domingo, 24 de enero de 2010

Flora Nwapa o El espíritu de la superación.

"When I do write about women in Nigeria, in Africa, I try to paint a positive picture about women because there are many women who are very, very positive in their thinking, who are very, very independent, and very, very industrious." (from an interview with Marie Umeh, 1995)

Nigeria es el país que vio nacer a una de sus ciudadanas más relevantes. Es en esta tierra, en la que conviven doscientos ciencuenta grupos étnicos, donde Flora Nwapa pasó su infancia. El 50% de la población son creyentes islámicos, el 40% son cristianos y el resto practican religiones basadas en tradiciones ancestrales. Este conglomerado de étnicas y religiones hacen de este país un territorio marcado por los conflictos y las guerras. Los derechos humanos no se respetan y la situación de las mujeres es absolutamente precaria.

Flora nació en 1931 en Oguta, al este de Nigeria, cuando todavía era una colonia inglesa. Su madre y su padre eran profesores. Asistió a la Universidad en Ibadan (Nigeria), graduándose en lengua inglesa, continuando sus estudios en la Universidad de Edimburgo, Escocia, donde publicó su novela Efuru (1966). Con esta obra se convierte en la primera mujer nigeriana en publicar una novela en lengua inglesa y la primera mujer africana que publicó una obra en Londres.

Fue una escritora prolífica y en todas sus obras denuncia la situación de la mujer en su país y en ellas pone de relieve la fuerza de las mujeres para sobrevivir. Su vida es un claro ejemplo de superación y lucha por romper los roles a los que estaba abocada por la tradición. La tarea de escribir siendo mujer africana no es fácil debido a que es un mundo copado por hombres. Si hablamos de empresas esta afirmación es más radical todavía. Flora no sólo fue una escritora de novelas, poemas, cuentos y ensayos, fue una emprendedora. Fundó la editorial Tana Press y Flora Nwapa and Co., editorial especializada en cuentos y poemas infantiles.

Su obra es extensa pero no se ha traducido al español. Destacan las siguientes: Efuru (1966), Idu (1970) This is Lagos and other stories (1971), Emeka – Driver´s Guard (1972), Never Again (1975), MammyWater (1979), My Tana (1979), My Animal Coloring Book (1979), The golden wedding jubilee of chief and mrs. C.i.n.(1980), One is enough (1981), Cassava Song and Rice Song (1986), Women are different (1986), The lake goddess (1995).

La voz de Flora Nwapa supone un llamamiento a la emancipación de las mujeres africanas, una mirada realista que invita a contemplar su situación desde la reflexión. Rompe el silencio reafirmando su fuerza y empoderándola mediante sus palabras. Murió en 1993 en Nigeria.

Autora: Patricia Aragón

miércoles, 6 de enero de 2010

Las Amistades Peligrosas. Mujeres y Transgresión

"Siempre he sabido que he nacido para dominar vuestro sexo y vengar al mío". "Si quiero a un hombre, lo consigo. Y si él quiere contarlo, descubre que no puede". Marquesa de Merteuil. (Obra: Les Liaisons dangereuses. Autor: Pierre Ambroise Choderlos de Laclos. Amiens, 18 de octubre de 1741 – Tarento, 5 de septiembre de 1803)

La desigualdad entre mujeres y hombres ha sido patente y manifiesta en todos los ámbitos y a lo largo de la historia. No se les mide por el mismo rasero. El embudo se ensancha en cuanto al hombre y lo que se valora en él, la mujer tiene que transitar por la parte estrecha y oscura de la vida. El vizconde de Valmont, como hombre que es, hace alarde de su condición de libertino y goza de una buena reputación por ello. Es bien sabido que las mujeres "liberadas" en lo que se refiere al sexo son calificadas como ligeras de cascos, por no hacer un listado de epítetos a cual más denigrante y ofensivo.

El varón goza del beneplácito social cuando es promiscuo y libertino, afianza su condición de macho. Lo hace abiertamente porque le está permitido y su prestigio no sufre por ello. Lo cuenta, lo relata, visibiliza sus hazañas y conquistas y la sociedad le aplaude. La mujer que sucumbe a sus encantos será "apedreada" por la sociedad, repudiada y vejada.

La marquesa de Merteuil, en su condición de mujer sin libertad de acción, aprende desde muy joven que es necesario disimular, mentir, fingir, llevar una doble vida. Su rango social, aristócrata viuda y su sexo, la obligan a comportarse con hipocresía. Por una parte quiere salvaguardar su reputación y para ello desarrolla habilidades para manipular a los/las otros/otras para conseguir su respeto y protección. El otro lado es el de una mujer inquieta por saber, conocer de las emociones y pasiones humanas. Se estudia y estudia a los demás para controlar la situación y poder actuar con libertad. Para ella la viudedad es liberación pero sigue sometida a la presión social que mantiene a las mujeres constreñidas en el corsé de la dominación.

El vizconde usa también estas mismas armas, pero para seducir y lograr la deshonra de sus víctimas. Forma parte de su naturaleza y por tanto es legítimo que actúe de esta forma. El actúa en el ámbito público y se exhibe tal cual es. Ella tiene una doble cara: la que muestra a la sociedad que es la que ésta quiere ver (discreción, sencillez, sumisión, moderación) mientras que en el ámbito privado se muestra tal cual ella quiere hacerlo, poniéndose la careta que en cada momento quiere dejar ver.

Esta doble vida que ha de llevar la mujer si quiere ser libre, es una constante a lo largo de la historia. Es la tensión entre el deber ser y el ser. En Las amistades peligrosas, la mujer, encarnada en la Marquesa de Merteuil, es el personaje maquiavélico que utiliza y manipula emocionalmente a los otros. El vizconde lo hace con la legitimidad que le otorga el ser varón. Ella es el lado oscuro mientras que el hombre cuando seduce es un héroe y al ser seducido se convierte en víctima. La mujer que seduce es una bruja y la mujer seducida una deshonra.

La mujer transgresora, sus palabras y pensamientos siempre se ponen en entredicho. "Vete a casa que es donde tienes que estar" La divergencia y la transgresión tienen un precio personal y social.

Estos modelos siguen perdurando hasta nuestros días, se transfiguran de muchas maneras pero lo cierto es que el hombre en su plena libertad siempre puede accionar sin sentir la presión social, la mujer sigue constreñida dentro del velo de la hipocresía.

Ilustración de la carta XCVI de Liaisons Dangereuses, 1796.
Autora: Patricia Aragón.

jueves, 15 de octubre de 2009

El valor del silencio. El silencio vale más que mil palabras


El Diccionario de la Real Academia de la Lengua española define silencio como abstención de hablar, falta de ruido o falta u omisión de algo por escrito. Esa abstención no quiere decir incomunicación. Supone un acto consciente de no expresión verbal. Es una forma de comunicación llena de significados diferentes dependiendo del entorno y del contexto en el que se produzca.

Siempre le he dado mucho valor al silencio. El arte de escuchar implica silencio y respeto por parte del que escucha activamente. En muchas ocasiones he podido observar como las personas no escuchan, se mantienen calladas pero están pensando en su respuesta o simplemente su mente divaga por otras latitudes o quieren evadirse porque el tema les incomoda.

El silencio puede ser respuesta llena de desprecio o puede suponer una divergencia. A medida que pasan los años he aprendido que no siempre es positivo manifestar las divergencias ante determinadas personas. Hay temas que es inútil discutirlos porque esta vía no conduce a nada. La discusión genera conflictos y éstos tensiones. El silencio es un bálsamo que serena los ánimos. Claro que a veces puede ser negativo para la salud mental de la persona que calla y no siempre quien calla otorga. Simplemente se disiente desde la paz.

EL silencio es discreción. No siempre el que sabe más es el que tiene incontinencia verbal, muy al contrario me he encontrado a gente llena de sabiduría y conocimiento que practicaban el arte del silencio. “Manejar el silencio es más difícil que manejar la palabra” expresó el político y periodista francés Georges Benjamín Clemenceau.

Es significativa la cantidad de reflexiones que se han hecho sobre el silencio así como refranes y dichos populares. “Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras” William Shakespeare. Las palabras generan compromiso y el silencio no, las primeras pueden hacerte caer en el ridículo el segundo no.

En la mujer el silencio es un escudo interpretado erróneamente como sumisión: mejor no hables porque para lo que tienes que decir, cállate la boca, no sabes nada, tu opinión no vale. Y el silencio es divergencia, reivindicación del yo, huelga de palabras. “No consiento que la mujer enseñe ni domine al marido, sino que se mantenga en silencio” dijo San Pablo. Que equivocado estaba. A través del silencio significativo se pueden alcanzar grandes metas. Las palabras son acciones y no buenas razones.

Me he arrepentido de haber hablado, pero nunca de haber guardado silencio ( Publio Siro, siglo I a.C. Poeta dramático romano).

Pareciera que el mundo ruidoso en el que nos ha tocado vivir no nos permite practicar el silencio. Así dice la escritora Susanna Tamaro:
Siempre hay alguien que te dice lo que debes hacer, ya no existe el silencio, en todas partes hay ruido; si tú no estás con tus propios pensamientos, cómo vas a entender el sentido de las cosas, es imposible. Vivimos bajo una manipulación perversa, muy sutil.

Patricia Aragón

martes, 14 de abril de 2009

Asedio

-¿Está usted cansado, señor?-. Me habló la voz. Y repentinamente me dormí, plácidamente mecido por la lluvia Trasmutado en viola Remordido por gigantes bocas de rojo enmarañadas. Risas paganas Amor violeta y gris Miradas cruzadas y suaves deseos. Deseos... Deseos... -Señor-, insistió la voz -¿Necesita ayuda?- Al amanecer me iré despacio, sobre esa nube... olfateando el norte, como perro de hocico frío, arrebatado al mar... Ahora no puedo, mis piernas pesan. Mi voz es baja, mi aliento escaso. Primero levantaré el pie, luego los brazos... Y detrás, ese mundo azul de manchas mordido. A pesar de este vuelo de buitres. D.L.

viernes, 14 de noviembre de 2008

LA OTRA CARA DE ÍCARO

Abro los ojos, no sé si los tengo abiertos, todo es oscuro y opaco a mi alrededor. Con imperceptible movimiento tanteo la rígida y gélida superficie sobre la que yazgo... Suenan engranajes metálicos mendigando lubricante. A contracorriente mi cuerpo vuelve a mi cuerpo, los miembros esparcidos se recogen en un interrogante fetal. El calor que generan mis entrañas va invadiendo las entumecidas extremidades... No puedo levantarme. Mi energía se disipa, se derrama por las heridas. Silencio... ¿Alguien engrasó la maquinaria? Sé cuál es mi camino, pero no lo encuentro...

Medusa Radek

martes, 11 de noviembre de 2008

Ojos cerrados

Quiero que sepas que te quiero. Lo gritaría en mitad de la plaza, aunque de loco me tacharan. Que por no decirlo bajo y al oído, no es menos intenso mi amor por ti. Soy feliz con tu risa cotidiana, y el no tenerla aturde y me desarma. Sé que soy trasto sin sentido, pero no tan complejo y terrible. Te escucho y comprendo, sufro contigo y disfruto de tu aire por más que se escapen las razones.
Estoy plagado de defectos, pero tengo una virtud, y es saber a ciencia cierta que te quiero cada día.
Y cada día vuelvo... Amor.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Como resuelve un niño los problemas del mundo por Gabriel García Márquez

Un científico, que vivía preocupado por los problemas del mundo, estaba resuelto a encontrar los medios para aminorarlos. Pasaba días en su laboratorio en busca de respuestas para sus dudas.Cierto día, su hijo de 7 años invadió su santuario decidido a ayudarlo a trabajar. El científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lado. Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiese darle con el objetivo de distraer su atención. De repente, se encontró con una revista, en donde había un mapa con el mundo, justo lo que precisaba. Con unas tijeras recorto el mapa en varios pedazos y junto con un rollo de cinta se lo entregó a su hijo diciendo: “Como te gustan los rompecabezas, te voy a dar el mundo todo roto para que lo repares sin ayuda de nadie”.


Entonces calculó que al pequeño le llevaría 10 días componer el mapa, pero no fue así. Pasadas algunas horas, escuchó la voz del niño que lo llamaba "Papá, papá, ya hice todo, conseguí terminarlo”. Al principio el padre no creyó en el niño. Pensó que sería imposible que, a su edad hubiera conseguido recomponer un mapa que jamás había visto antes. Desconfiado, el científico levanto la vista de sus anotaciones con la certeza de que vería el trabajo digno de un niño. Para su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados en sus debidos lugares.


¿Cómo era posible? ¿Cómo el niño había sido capaz? De esta manera, el padre preguntó con asombro a su hijo: “Hijito, tú no sabias como era el mundo, ¿cómo lo lograste?”


“Papá -respondió el niño- yo no sabia como era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo, vi que del otro lado estaba la figura de un hombre. Así que di la vuelta a los recortes y comencé a recomponer a hombre, que sí sabía cómo era. Cuando conseguí arreglar al hombre, dí la vuelta a la hoja y ví que había arreglado al mundo”.


Autor: Gabriel García Márquez.

Publicado por Patricia (Gata Dabu)